Las instalaciones eléctricas del futuro
Comentario del autor, 25 años después: |
“Saber vivir con menos consumo energético” Hace 25 años hablábamos de domótica, de casas electrificadas y hoy se habla de nuevas tecnologías que pueden ayudarnos a cumplir nuestra necesidad más urgente, saber vivir con menos consumo energético para la sostenibilidad de nuestro pequeño planeta. Los humanos en su condición de consumidores tienen la obligación de utilizar el sentido común para ahorrar en consumo energético o dejar de consumir si no es necesario. Los instaladores y expertos en la materia deben de proyectar pensando en la mejor solución para cada uso. Deben incorporar un compendio de tecnologías para poder ofrecer la mejor solución combinando la electricidad, la electrónica y el software (inteligencia artificial, internet de las cosas, etc.). La transición energética es actualmente una de las actividades centrales de los gobiernos y las empresas del sector con la expansión de las energías renovables, el aumento de la eficiencia energética y el ahorro de consumos innecesarios. Es posible aumentar la eficiencia, por ejemplo, mejorando la eficiencia de los electrodomésticos, los motores, una mejor tecnología de las centrales eléctricas o un mejor aislamiento térmico de las casas. Proyectar un buen aislamiento térmico de edificios tiene un impacto mayúsculo en la eficiencia y la disminución del consumo energético. Si bien las medidas de eficiencia energética generalmente requieren inversiones, el ahorro y evitar consumos innecesarios son medidas que se logran mediante cambios individuales en el comportamiento, en la forma de vivir y, por lo tanto, se pueden implementar de inmediato y al mismo tiempo con mínimo coste. Nos gustaría recordar un aspecto que se descuida con demasiada frecuencia. Nos referimos a la cuidadosa planificación de la ventilación del hogar. Esta es la única forma de garantizar que los residentes estén satisfechos después en términos de higiene, salud, confort y costes energéticos. Si no se hace en la etapa de planificación, más tarde, después de la instalación, su introducción puede tener un alto coste financiero y una difícil solución. Por otro lado, hay que seguir la normativa vigente, pero recordemos que los reglamentos son las mínimas exigencias de una instalación, y no las máximas, como se acostumbra a creer. Los instaladores tienen un papel importantísimo a la hora de canalizar el uso de las nuevas tecnologías en las aplicaciones a las que hacíamos referencia y son ellos, como expertos, quienes pueden valorar la mejor solución en cada proyecto. Escuchemos los consejos de estos dignos profesionales porque cada día son más necesarios. Gracias. Ferran Ycobalzeta Doctor Ingeniero Industrial |
Versión íntegra del artículo publicado en la revista Pirelli club. Edición enero 1996
No es fácil en un corto artículo hablar de las instalaciones que se harán en el futuro. El lector debe encontrar aquí un apunte de lo que creemos que serán las instalaciones del futuro. Para ello trazaremos la línea que va desde el principio de los tiempos, donde la disponibilidad de la energía era limitada, a la situación de privilegio que hoy disfrutamos. Luego le añadiremos las prescripciones reglamentarias y las tecnologías disponibles, ahora y mañana, para preconizar las demandas de la sociedad y por ende el tipo de instalaciones a realizar.
EL HOMBRE Y LA ENERGÍA
La disponibilidad de la energía ha desarrollado nuestra civilización. Hasta que James Watt no descubrió la máquina de vapor, que transforma la energía térmica en trabajo mecánico, la civilización no dio el gran salto. Y fue a finales del siglo XVIII. Luego, 100 años después, llegó la electricidad, que acabó de facilitar la segunda revolución industrial. Hoy podemos decir que vivimos la Era Eléctrica o del dominio energético. Nuestra situación es privilegiada, ya que mientras las máquinas trabajan el hombre puede pensar, disponer de tiempo libre, convivir o instruirse. Realmente “la energía eléctrica es un manantial de vida inteligente”. Hay que hacerla llegar a todos los rincones, a través de las instalaciones eléctricas, que por ese motivo tienen tanta importancia social.
LA ENERGÍA ELÉCTRICA AL ENCUENTRO DEL HOMBRE
La utilidad de la energía eléctrica ha ido incrementándose a través de los años. La variedad de aplicaciones nacidas de los diferentes fenómenos básicos que puede alimentar la ha hecho imprescindible en todas las actividades de la vida humana. Estas actividades se desarrollan en todo lugar y circunstancia. Es, por ello, que la energía eléctrica llegue a donde sea preciso. Es posible hacerlo fácilmente por su facilidad de transporte, otra cualidad adicional. De esta forma se ha llegado a una situación en la que la electricidad está siempre presente. La electricidad es producida, transportada y distribuida por toda nuestra geografía. Al final llega a los edificios donde practicamos la actividad diaria, laboral o de convivencia familiar. Y es este punto el motivo de este artículo. ¿Cómo serán las instalaciones eléctricas de los edificios en el futuro? Para poder hacer este futurismo son necesarias tres cosas:
a) Conocer cómo se hacen hoy las instalaciones (y cómo se hacían antes).
b) Qué necesidades deben cubrir las instalaciones en un futuro. c) De qué tecnologías dispondremos en este futuro. |
LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS
El ámbito de difusión de esta revista debería evitar que habláramos de este tema. Pero sí que creo necesario, para seguir el hilo de la exposición, resumir lo que ya se sabe en los puntos que más nos ayuden a alcanzar el futuro. Hoy se deben plantear los siguientes interrogantes y resolverlos según sigue.
EL PORQUÉ DE UNA BUENA INSTALACIÓN
La actividad diaria pasa por multitud de aplicaciones eléctricas, que funcionarán bien si reciben la energía en las mejores condiciones de suministro. Toda la complejidad de la producción, transporte y distribución de la energía eléctrica sólo se justifica si alimenta en condiciones los receptores eléctricos que la transformarán en trabajo, en riqueza, a través de una buena instalación eléctrica.
CÓMO DISEÑAR UNA INSTALACIÓN INTERIOR DE UN EDIFICIO
Ante todo hay que conocer el cometido del edificio (vivienda, comercio, oficinas, industria…) y las necesidades de energía eléctrica en los años que dure su vida. Como esto último no es posible conocerlo, hay que hacer supuestos en función de la superficie disponible y la actividad futura a desarrollar. En cualquier caso, debe permitir fácilmente hacer una ampliación. Por otro lado, hay que seguir la normativa vigente, pero recordemos que los reglamentos son las mínimas exigencias de una instalación, y no las máximas, como se acostumbra a creer. Para hacer más asequible la exposición será mejor que nos erijamos en proyectistas de una instalación y veamos qué pasos hay que dar. Son los siguientes:
– Pedir los planes del edificio con las máquinas actuales y futuras.
– Determinar, según las prioridades siguientes, los elementos de la instalación, que cubran la seguridad de las personas y de las cosas. Sin regatear protecciones. |
- La distribución de líneas interiores según salas, naves, departamentos y según aplicaciones de alumbrado, fuerza motriz, emergencia, especiales, de reserva, etc…
- Dimensionado suficiente de los circuitos y de las protecciones de personas y de los diferentes circuitos. Para la previsión a medio plazo, más de un 30%.
- Comprobación de que haya selectividad en las protecciones instaladas para que un fallo no afecte a toda la instalación.
- Elección de materiales normalizados lo más homogéneos posible (una o dos tipos de conductor, uno o dos tipos de cajas de derivación, etc…).
- Disposición de los huecos, tubos, cajas, etc… con suficiente espacio para poder duplicar la instalación.
- Realización de la instalación por personal cualificado.
NOTA: La instalación en locales especiales precisa un diseño, dimensionado y realización mucho más riguroso y cuidado. Es muy importante destacar que una instalación está acabada cuando es entregada al usuario con el plano de su instalación y las instrucciones de uso. Cada día es más necesario este último aspecto. Pero ¿hemos llegado al máximo? ¿Es posible más sofisticación? Debemos decir que sí, lo es. Y el futuro debe dar respuesta a estas expectativas.
LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS Y EL FUTURO
¿Qué necesidades prevemos que habrá que cubrir en un futuro? Básicamente tres:
- Automatización de las instalaciones.
- Comunicación hacia el interior del edificio y hacia fuera (compañía eléctrica, bomberos, vigilancias…).
- Diversificación de servicios.
Estamos, pues, en unas instalaciones en las que habrá que compaginar la distribución de la energía eléctrica como fuentes de actividad y las instalaciones de control y automatización de la propia actividad de forma centralizada o a distancia, siendo éstos los principios básicos de la Domótica.
Habrá que añadir, con toda seguridad, la diversificación del servicio. Cosa que podrá lograrse por disponer de una infraestructura extendida que soportará más servicios que el eléctrico y que además permitirá dar mejores precios que la competencia. Es verdad que el ahorro que pueda conseguirse al automatizar la lectura de contadores no paga la implantación de un sistema de telelecturas. Pero si hablamos de telegestión de la medida y diversificación de servicios (escapes de agua, fuego, robo, sanitario, fraudes…) la inversión está justificada.
Además, el desencadenante será el contador electrónico digital, máquina numérica que permite por software hacer los cálculos de consumo y recircular cualquier otro tipo de datos (lectura de contadores de agua o gas, señales de peligro…) o atender órdenes a distancia. Así nació el SECCA (Sistema de Contaje y Comunicación Asociados) presentado y aprobado en el Congreso de UNIPEDE de Birmingham en junio de 1995. Su esquema habla por si solo. Además, la medida eléctrica digital ya existe. Y la comunicación bidireccional existe y evoluciona muy rápidamente. En nuestras manos está el futuro. Un futuro prometedor para los más trabajadores.
Ferran Ycobalzeta, enero 1996.
Doctor Ingeniero Industrial. Director de Marketing de Fecsa
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