Adaptar y digitalizar las redes. Inversiones clave en un nuevo sistema eléctrico.
El sector eléctrico está llamado a ser un actor clave en la Transición Energética, lo que va a suponer una serie de retos que vendrán motivados por la descarbonización de la generación de electricidad y las nuevas formas de consumo que una sociedad más electrificada va a demandar.
Las redes eléctricas y las energías renovables adquieren especial relevancia en el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.
Para llegar a conseguirlo, se necesitan establecer unas bases previas. La Unión Europea ha solicitado a los Estados miembros que desarrollen planes nacionales que incluyan sus contribuciones a los objetivos colectivos de la UE, y las políticas y medidas necesarias para lograr estas contribuciones por períodos de diez años. En este escenario, España trabaja en la elaboración del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, en el que la transformación del sector eléctrico, energías renovables y redes eléctricas inteligentes, adquieren especial relevancia. (ver artículo AL DIA: Cambios en la edificación, la normativa que viene de Europa)
Del PNIEC 2021-2030 se presentó un primer borrador en 2019 y recientemente en marzo pasado se ha actualizado, incluyendo nuevas medidas y mayor detalle en la información, reforzando los objetivos.
Principales resultados previstos en 2030
En el nuevo borrador del PNIEC España presenta una hoja de ruta para la próxima década diseñada en coherencia con la neutralidad de emisiones a la que aspira en 2050, y desde un punto de vista coste eficiente. Las medidas contempladas prevén alcanzar los siguientes resultados en 2030:
- Un 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990.
- Un 42% de energías renovables sobre el consumo total de energía final.
- Un 39,5% de mejora de la eficiencia energética.
- Un 74% de energías renovables en la generación eléctrica.
El Flujo de inversiones del PNIEC, en millones de euros se estima en una movilización de 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030. Esta inversión se destinará, fundamentalmente, al impulso de las renovables, a medidas de ahorro y eficiencia, y a los trabajos de electrificación y redes. El 80% de estas inversiones se realizarán por parte del sector privado, mientras que el 20% restante serán inversiones de las distintas administraciones públicas, incluyendo financiación europea. En el primer borrador, la inversión era de 236.000 millones, de manera que en el actual se destinan 5.000 millones más.
El presupuesto se repartiría de la siguiente manera: 38% en renovables (91.765 millones); 35% para ahorro y eficiencia (83.540 millones de euros); 24% en redes y electrificación (58.579 millones); y un 3% dirigido el resto de las medidas (7.528 millones.)
La dificultad de integrar las renovables directamente en el consumo final de energía favorece un mayor uso de la electricidad en detrimento de otras energías ; una electricidad que debe ser de origen mayoritariamente renovable, tal como prevé el PNIEC.
La electrificación acompañada de un mix de generación renovable tiene otros beneficios como son una mayor eficiencia energética, reducción de la contaminación en el ámbito local, reducción de la dependencia energética y mejora de la balanza comercial, que redundan directamente en los ciudadanos y en la economía.
En definitiva, el sector eléctrico está llamado a ser un actor clave en la Transición Energética. Esto supondrá una serie de retos que vendrán motivados principalmente por dos factores. La mencionada descarbonización de la generación de electricidad y las nuevas formas de consumo que una sociedad más electrificada va a demandar.
Estos retos se tendrán que gestionar en un entorno tecnológico en rápida evolución que abrirá nuevas opciones a los agentes y que conducirá a la transformación digital del sector eléctrico. En este contexto, la posición central de Red Eléctrica de España “REE” en el sector eléctrico como Transportista único y Operador del Sistema en España la convierte en un agente clave para asegurar el éxito de las políticas de Transición Energética, garantizando que los cambios en el sistema producción demanda se lleven a cabo sin poner en riesgo la seguridad y continuidad del suministro. Fuente REE
Para que esta transición sea una realidad, REE destaca en su Plan Estratégico de 2018-2022, la consecución de los siguientes retos:
- Una inversión en la red de transporte en España cercana a los 3000 M€, con un fuerte componente tecnológico. Más de la mitad del presupuesto de las inversiones contempladas tienen como finalidad favorecer la integración del contingente de energías renovables previstas.
- Inversión de más de 400 M€ para dotar a la red de más inteligencia que permita la plena coordinación entre los diferentes agentes del sistema, incluyendo componentes de hardware y software.
- Inversiones en tecnologías de almacenamiento (bombeo y otras tecnologías) por más de 200 M€, en los territorios no peninsulares para maximizar la integración de renovables y reforzar la seguridad de suministro.
Además de estas inversiones otras prioridades a cubrir serán las interconexiones internacionales con la UE a través de Francia y en los territorios no peninsulares a través de las interconexiones tanto entre islas como entre la Península y Baleares. Según el Monitor Deloitte y REE
Para ello será necesario invertir ~4.000 M€ en interconexiones que permitirán una mayor eficiencia en la integración de renovables. Esto mejorará la seguridad de suministro y la integración de la península ibérica en el mercado europeo y flexibilizar al máximo el sistema eléctrico.
Esto requerirá fomentar el desarrollo de nueva capacidad de almacenamiento cuya operación obedezca a criterios de minimización de vertidos renovables.
Por otro lado. Contemplando que el cambio de vector energético vendrá determinado en gran parte por un fuerte impulso de la eMovilidad. El CECOVEL (Centro de Control del Vehículo Eléctrico de REE), desde enero de 2017, realiza un seguimiento y control de la demanda de electricidad para la recarga de los vehículos eléctricos, asegurando que, en escenarios de implantación masiva de vehículos eléctricos, su integración puede realizarse de forma segura y eficiente.
CECOVEL tiene como misión, hacer posible la recarga de los vehículos eléctricos en cualquier momento y de forma eficiente. Se trata de un proyecto colaborativo que cuenta con la participación de los principales gestores de recarga de España. Además, actualmente monitoriza las medidas de más de 900 puntos de recarga. Fuente REE
Redes eléctricas inteligentes para la transición energética
En conclusión. En esta transformación energética sin precedentes, necesita dotar de inteligencia a las redes eléctricas para que se conviertan en el sistema circulatorio del nuevo modelo energético y la plataforma necesaria la transición hacia una economía descarbonizada, que favorezca la integración de más renovables, así como las ciudades inteligentes, la movilidad sostenible y el autoconsumo.
Redes y ciudades inteligentes. Las smart cities basan su funcionamiento en el uso de las tecnologías de la información y comunicación en tiempo real, haciendo de ellas un entorno más eficiente y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. El despliegue de una red eléctrica inteligente permite también incorporar la ‘traza neuronal’ de la red a las ciudades, aportando más y mejor información para optimizar los costes de los servicios municipales y promover el ahorro y la eficiencia energética. Y con ello, su efecto determinante en la calidad del aire.
Juanjo Catalán