2022. CINCO GRANDES EXPECTATIVAS EN EL SECTOR ELÉCTRICO.
Las consecuencias de la adopción de nuevas tecnologías derivadas de la digitalización van a marcar la forma de hacer las cosas. Centrándonos en el sector eléctrico, sin duda seguiremos avanzando en el desarrollo e implantación de sistemas de almacenamiento energético, como las baterías contribuyendo a la consolidación del autoconsumo.
La digitalización de las redes adquiere un papel fundamental en la descentralización del sistema eléctrico, donde las comunidades energéticas serán protagonistas de una antigua aspiración la democratización energética y el impulso definitivo hacia la eMovilidad.
La renovación del parque edificado en España es tan necesaria para combatir el cambio climático como para recuperar nuestra economía. La renovación requiere de un urbanismo sostenible compuesto por edificios conectados capaces compartir electricidad autogenerada.
Las herramientas que ayuden a optimizar, supervisar y gestionar la producción de energía, mejorando la seguridad in situ y responder eficazmente a los problemas, automatizando el diseño, la operación y mantenimiento o introduciendo un enfoque predictivo en la planificación y la gestión de la producción, van a tener un papel muy relevante en 2022.
Todo este dinamismo en el sector energético creará nuevas actividades y en consecuencia nuevos modelos de negocio.
Perspectivas inmejorables para el autoconsumo por parte de la CNMC.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) organismo de plena autoridad, calcula que el autoconsumo cubrirá el 7% de la demanda en 2025, con una producción que equivale a unos 15,6 GW.
Esta cantidad es muy superior a los 9 GW de autoconsumo (el equivalente a nueve centrales nucleares) que plantea para 2030 la hoja de ruta del autoconsumo y está por encima de los 14 GW que, en un escenario de “alta penetración”, contempla el borrador publicado el pasado 16 de noviembre por el Ministerio para la Transición Ecológica.
En sus estimaciones, la CNMC calcula que, en 2022, el número de instalaciones de autoconsumo se va a multiplicar por 3,5, al pasar de las 62.146 de cierre de 2021 a 215.699.
La CNMC dibuja un escenario por el que anualmente el 1% de los suministros con potencia inferior a 15 kilovatios (kW) instalarán 1,7 kW de potencia fotovoltaica y se acogerán a autoconsumo. La penetración de esta tecnología iría ascendiendo de forma que en 2023 alcanzaría el 4,1%, porcentaje que ascendería hasta el 5,6% en 2024 y más de un 7% en 2025.
Si bien se estiman incrementos relevantes de la demanda nacional, motivados por el proceso de electrificación de la economía, estos incrementos no se traducen en incrementos de energía suministrada desde las redes, debido a la penetración del autoconsumo, que se estima alcanzará el 7% en 2025″, indica la CNMC en su informe. Para ese ejercicio, el organismo calcula que circularán unos 540.000 vehículos eléctricos en España.
España un país excelente para la expansión del almacenamiento eléctrico residencial.
Mientras que China y EEUU Dominan el mercado, Europa lidera el almacenamiento de energía residencial, y esto se espera que se expanda en el continente casi diez veces en esta década.
Actualmente, Alemania, Italia, Austria y el Reino Unido son los líderes del mercado de almacenamiento de energía residencial, mientras que su desarrollo en el resto de Europa ha sido lento y marginal. Se prevé que el ritmo se acelere en el próximo año, y el mercado europeo en general superará los 27 GWh para 2030.
España, ya es uno de los mercados de energía solar fotovoltaica más grandes de Europa, pero con alto margen de mejora en pequeñas instalaciones domesticas donde países en el norte de Europa nos llevan una gran ventaja con peores condiciones climáticas.
España, un país a seguir: El mercado europeo de almacenamiento de energía residencial se expandirá casi diez veces en esta década.
La Comisión Europea ha en su paquete de medidas “Fit for 55” (Reducción de emisiones GEI del 55% para 2030) tiene como objetivo un suministro de energía renovable del 65% para 2030, lo que impulsará la demanda de activos de almacenamiento de energía. Destacando:
- El papel fundamental de las tecnologías de almacenamiento de energía distribuida y los consumidores.
- Sitúa a los ciudadanos europeos en el centro de la transición energética, reconociendo a los «clientes activos», los «prosumidores» y las «comunidades energéticas.
- La rápida adopción de los sistemas solares residenciales y los vehículos eléctricos será un catalizador para las instalaciones detrás del contador.
Para 2030, El considerable aumento de las ventas de vehículos eléctricos estimularán el autoconsumo que sumando a los precios más altos en las estaciones de carga públicas alentarán a los consumidores a invertir en almacenamiento detrás del contador.
Combinar la energía solar fotovoltaica con el almacenamiento también ofrece una gran oportunidad. El mercado de generación solar distribuida instalará hasta 16 GW anualmente, llegando a 128 GW en 2026.
El gráfico muestra las ventas anuales de vehículos eléctricos y la capacidad implementada detrás del contador en Europa.
Grandes expectativas en eMovilidad.
Poniendo en perspectiva que el PNIEC establece el objetivo de disponer de cinco millones de vehículos eléctricos circulando en 2030, sin problemas para recargar sus baterías.
Con vistas a 2023 se ha fijado la meta intermedia de 250.000 vehículos eléctricos y de 100.000 puntos de recarga de acceso publico. En la actualidad se estima que hay unos 15.000.
La Comisión Europea ha aprobado el PERTE_VEC para apoyar la I+D+i en la cadena de valor de los vehículos eléctricos y conectados.
Bruselas ha destacado que el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado ayudará a desarrollar la cadena de vehículos eléctricos y jugará un importante papel en la recuperación verde y digital de la economía española.
Las nuevas comunidades energéticas un paso de gigante en el desarrollo de micro-redes inteligentes.
El escenario eléctrico tradicional, conformado por un modelo de generación centralizada dependiente de grandes centrales térmicas, debe ser progresivamente desplazado por el nuevo ecosistema de generación distribuida basando su funcionamiento en fuentes de energía renovable.
Las comunidades de energías renovables también conocidas como “comunidades energéticas” son un novedoso modelo cuya coexistencia con el actual mercado interior de la electricidad resulta, además de compatible, deseable.
Gracias a la digitalización, los recursos energéticos distribuidos son capaces de optimizar su utilidad al estar conectados entre sí. El autoconsumo colectivo, proporciona a sus integrantes electricidad sostenible y rentable.
El valor óptimo de las comunidades se alcanza en conjunción con el resto de los recursos energéticos distribuidos, como las baterías detrás del contador y los vehículos eléctricos. Son activos de innovación, todos ellos, cuya tecnología ya se encuentra disponible.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha aprobado las bases para regular la concesión de ayudas a la ejecución de proyectos de puesta en marcha y funcionamiento de Oficinas de Transformación Comunitaria (OTC) para la promoción y dinamización de comunidades energéticas.
Edificios eficientes y conectados.
El gran reto de sostenibilidad de los grandes edificios es la gestión eficiente de su energía. Entre el 70% y el 75% de la energía que consumen los grandes edificios se gestiona de manera ineficiente.
Los grandes edificios además de ser eficientes y sostenibles deben ser funcionales y estar conectados.
Es muy importante que la producción energética que generas en el autoconsumo, con la instalación de paneles fotovoltaicos o los cargadores en los estacionamientos para coches eléctricos, no se limite al edificio, sino a los barrios que están alrededor. Cubrir la demanda de energía de sus propias infraestructuras y crear redes conectadas con las comunidades aledañas y entre otros avances estar preparados para atender al parque automovilístico del siglo XXI.
En consecuencia,
El desarrollo de la conectividad masiva de los edificios exige profesionales de alta cualificación que sepan adaptarse a nuevas tecnologías digitales con capacidad para operar en nuevos modelos de negocio en la inclusión de nuevas actividades y especialidades profesionales. Los gestores de la demanda o los gestores de carga entre otros, responsables de optimizar, supervisar, mantener y sobre todo gestionar las nuevas instalaciones, van a tener un papel muy relevante en 2022.
Entre estos avances la metodología BIM (Building Information Modeling), está cada vez más presente en los proyectos de nuevas edificaciones y rehabilitaciones integrales. En el ámbito de las instalaciones eléctricas sobresalen Los cables y las soluciones de cableado y los sistemas de iluminación.
Más de la mitad de los instaladores europeos que ya utilizan BIM (un 51 %) lo hacen principalmente a la hora de la elección del cableado. La adopción de esta metodología difiere en gran medida según el país y el tamaño de la empresa instaladora.
En España solo es conocida por una cuarta parte de los instaladores españoles. Sin duda para este 25% supone una gran ventaja competitiva. 2022 puede ser un buen año para mejorar la ratio.
Juanjo Catalán
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