AUTOCONSUMO SOLAR FOTOVOLTAICO. Las claves que todo especialista debe conocer.
El tremendo potencial del autoconsumo en España.
En España, no tenemos producción propia ni de petróleo ni de gas, energía primaria que debemos importar, que daña nuestra balanza comercial y penaliza la competitividad de nuestras empresas. Sin embargo, gozamos de una situación privilegiada en cuanto a radiación solar y al respecto, tenemos un “lucro cesante” energético realmente clamoroso.
Cualquiera del 1.600.000 de instalaciones fotovoltaicas domésticas de Alemania o de las 800.000 del Reino Unido, producirían en nuestro territorio, al menos un 50% más de energía debido a la elevada insolación media de nuestra península. Pese a ello, el número de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en España, apenas alcanza las 30.000.
Esta coyuntura exige ser revertida con mayor proactividad de todos los agentes de la cadena de valor de los sectores de la edificación y en menor grado de la industria. Desde el estudio arquitectónico a los constructores y rehabilitadores de viviendas y por supuesto a las ingenierías, instaladores, etc. que incorporen a sus proyectos como propuesta de mejora, antes de que acabe siendo obligatorio, que lo será en muy corto plazo, soluciones con autoconsumo que lleven implícita la eficiencia energética.
Todos estos agentes representan un amplio mundo de profesionales con altísimo poder prescriptivo que pueden ser un extraordinario acelerador de la necesaria transición energética. Sin olvidar las posibles externalidades que se producirían, si como efecto colateral de este proceso, impulsara el desarrollo de un sector profesional e industrial español que atendiese ese mercado fotovoltaico, llamado a ser masivo no tardando mucho. Un sector de alta tecnología y valor añadido, que precisaría perfiles laborales cualificados y que pondría su grano de arena en el tan deseado cambio de nuestro desgastado modelo productivo nacional.
Los profesionales involucrados en cualquier proyecto que parta de la fórmula eficiencia energética y autoconsumo deben analizar todos los parámetros que permitan alcanzar el mayor valor añadido posible ligado a la viabilidad económica.
Viabilidad de una instalación de autoconsumo.
Un aspecto fundamental para analizar la rentabilidad de una instalación de ASF es el acoplamiento entre la producción y el consumo de electricidad, por lo que conocer el perfil de consumo diario y poderlo acoplar al máximo es fundamental. Generalmente este acoplamiento se da mejor en las empresas que en los particulares.
En viviendas, almacenar electricidad producida en baterías para consumir más tarde, supone actualmente incrementar sustancialmente la inversión. Es una buena solución en caso de sustituir equipos de calefacción y ACS a gas o fuel por bombas de calor, aerotermia, etc. teniendo en cuenta que uno de los principales consumos se concentra en la climatización (entre el 60 y el 70%) valores que oscilan en función de la zona climática donde esté ubicada la instalación. Capítulo aparte merece la posibilidad de incluir consumo doméstico la carga de vehículos eléctricos.
Criterios a valorar en la instalación fotovoltaica a montar:
- Relación entre la energía auto consumida y el excedente producido.
- Relación entre la generación fotovoltaica y el consumo anual .
- Ahorro anual obtenido en la factura aportado por la instalación.
- Inversión necesaria.
Perfiles medios diarios residencial y comercial de consumo
Fuente: Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Análisis de PwC
El Vehículo eléctrico el mejor aliado del autoconsumo.
Sin duda un aspecto prioritario que recomienda la incorporación de baterías de soporte a una instalación de ASF es cuando se tienen consumos elevados no acoplados al horario de producción como pueda ser la carga nocturna de un vehículo eléctrico o en todos los casos que convenga un alto nivel de autarquía de la red eléctrica.
Según el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero de Australia (país que actualmente lidera, junto con el estado de California, la penetración del ASF), determina que en Alemania, un país con peores condiciones para la producción fotovoltaica que España, con una instalación media con 4 kWp de placas, 8 kWh de almacenamiento y un coche eléctrico con unos 35 kWh de batería, permitirá reducir su amortización de los 9 años actuales a los tres años en 2025.
Una cifra que irá recortándose de forma paulatina según lo hacen los costes de la tecnología solar, de las baterías y también de los coches eléctricos, hasta llegar a los apenas 14 meses en 2029. Algo que nos indica que el cliente que opte por esta alternativa cada vez ahorrará más dinero no sólo en el consumo de su vivienda y su vehículo, sino también en la adquisición de estos.
De consumidores a prosumidores.
Hasta ahora el papel del consumidor ha estado muy separado del papel del productor, con el autoconsumo esto cambia. El consumidor deja de ser tan pasivo y predecible, porque ahora puede decidir si produce energía, si consume de la red o si quiere venderla al vecino. Sin duda entramos en un nuevo paradigma. A este consumidor-productor activo se le conoce como “Prosumer” o prosumidor en castellano. Un término que cada vez será más “familiar” para todos y que ocupará nuestra atención en próximos capítulos.
El consumidor tiene un rol muy importante en la transición energética su participación masiva facilitara la flexibilidad y gestionabilidad del sistema. Como ya está pasando en Holanda y otros países del norte de Europa, las compañías no pueden ejercer todas las actividades del mercado, como ocurre en España con la generación, la distribución y la comercialización de energía eléctrica. La nueva política energética expresa en el PNIEC 2021-2030 va hacia un cambio de planteamiento, “la eficiencia es ahorro, pero también es generación distribuida o adaptar la demanda a la producción de renovables”.
El nuevo modelo debe ser descentralizado e inclusivo, es decir que se incorporen prosumidores, generación distribuida, baterías de almacenamiento, contadores y aplicaciones inteligentes y agregadores que les faciliten la gestión activa de la demanda y su participación en el mercado eléctrico con nuevos incentivos contemplando como activo energético que un particular pueda recibir una retribución económica por inyectar energía a la red desde la batería de su coche eléctrico, hasta modelos de negocio que cubrirán servicios y prestaciones que todavía no existen. A corto plazo, solamente el sector fotovoltaico se estima que va a suponer la creación de más de 17.000 puestos de trabajo directos a un horizonte 2025.
Autoconsumo cuando la competitividad está en juego.
Si bien para los particulares el plazo de amortización es importante pero no un aspecto crítico para auto consumir electricidad si lo es en un negocio donde los costes, inversiones y productividad impactan sobre la competitividad y los benéficos de la empresa. El autoconsumo es una gran solución para reducir la factura energética en especial cuando la actividad productiva es muy sensible a este coste variable, además las empresas están cada vez más comprometidas con la sostenibilidad ambiental, aunque todavía hay mucho margen de mejora, aumentan las que reducen los consumos energéticos con medidas de eficiencia, valorizan los residuos industriales como el calor residual para producir energía o reciclan aquellos materiales que se pueden emplear para otros usos en la propia empresa o para terceros. “Economía Circular”.
Ante la posibilidad de invertir en una instalación de autoconsumo, a los empresarios les preocupa principalmente el coste de esta inversión y el tiempo que tardará en amortizar esta inversión: “PAY BACK “. En la amortización hay que tener muy en cuenta que la factura de energía se reduce tanto en la variable (consumo) como en la parte fija (potencia contratada). En la mayoría de los sectores productivos, en especial en el ámbito industrial, consumo y generación están muy acoplados propiciando un PAYBACK más corto y a medida que resulte necesario instalar mayor potencia con la debida gestión energética la rentabilidad aumenta, por ello es muy interesante en sectores de actividad intensivos en consumo energético. En el sector industrial aplicando los costes de inversión en equipos “CAPEX” y los costes operativos “OPEX” como el mantenimiento el coste kWh son los que son más bajos respecto a la paridad de red.
El autoconsumo estaría en paridad de red con los niveles de irradiación que se alcanzan en determinadas regiones de España.
Fuentes: IDAE y Monitor Deloite
10 Claves del nuevo modelo energético:1.El sector residencial un nuevo foco de gestión energética. El sector residencial consume el 20% de la energía del país, pero tradicionalmente ha sido un mercado difícil para la gestión energética. 2.El consumidor tiene un rol muy importante en la transición energética, su participación se verá impulsada por nuevos modelos de negocio como el agregador de la demanda. 3.La generación a gran escala es otra realidad que se va a seguir ampliando. Necesita una amplia inversión en nuevas redes que prioricen la inteligencia y la sostenibilidad. 4.El autoconsumo y el vehículo eléctrico son herramientas de gestión energética y de generación distribuida a la vez. Vamos hacia soluciones de habitabilidad ligadas con la movilidad. Lo que supone avanzar en una simbiosis entre edificio y vehículo eléctrico para intercambiarse energía donde el nexo importante está en el desarrollo de las baterías. 5.Los nZEB (edificios de energía casi nula) suponen una aportación muy importante de EERR,s incorporando un mix de tecnologías que permitirán garantizar en todo momento la demanda energética. 6.La electricidad supone actualmente el 40% de la energía. En el residencial no se han producido prácticamente reducción de emisiones por tanto para conseguir el reto de la descarbonización se debe electrificar el sector residencial (de origen renovable, mejorando el ahorro y la eficiencia energética) actuando en la climatización, ACS, electrodomésticos. 7.Es fundamental que los consumidores accedan a la información que hay detrás de los 28 millones de contadores inteligentes instalados. 8.La agregación de recursos energéticos distribuidos llegará a todos los sectores, participando en el mercado secundario con un gran impacto en la competitividad de los sectores productivos. 9.La demanda eléctrica se multiplicará y el escenario será tan abierto y competitivo que hace imprescindible la especialización de muchos profesionales cualificados y especializados en gestión energética, energías renovables y capacidades digitales. 10.El sector necesitará un gran número de nativos digitales (jóvenes menores de 18 años) que tendrán la oportunidad de desarrollar en la transición energética una atractiva carrera profesional. |
Autor: Juanjo Catalán
CURSO RECOMENDADO
ARTÍCULOS RELACIONADOS
DESCARGAS RECOMENDADAS