Energía y cambio climático. Balance 2023 y claves de desarrollo para 2024
Las renovables han marcado el rumbo de los últimos años sobre el cambio energético del país. El compromiso por hacer frente al cambio climático siguiendo la política energética común europea basada en la independencia tecnológica y energética han demostrado ser un revulsivo, aportando en los últimos años una capacidad de desarrollo extraordinaria. Su penetración progresiva acompañada de una reducción de costes al adquirir curva de experiencia cada vez tiene mayor efecto en el mix, con una penetración que en el caso de la fotovoltaica resulta imbatible.
Sin embargo, estos avances no son suficientes, nuestro país se enfrenta a importantes desafíos, entre otros, la dependencia histórica de los combustibles fósiles que exige una rápida electrificación de la demanda energética y la necesidad de modernizar la red eléctrica dotándole de capacidad, flexibilidad e inteligencia. Resulta prioritario aumentar nuestra soberanía energetica, reduciendo las importaciones energéticas que, solo en 2022, superaron los 90.000 millones de euros por el alto precio de los combustibles fósiles y reducir nuestras emisiones de CO2.
La vertebración de la hoja de ruta de nuestra transición energética pasa por la adaptación de las redes eléctricas, fundamentales para conectar en equilibrio generación y consumo, debiendo implementar nuevas y soluciones que permitan maximizar la utilización de recursos propios y renovables, canalizando esta generación renovable discontinua y no gestionable y a la vez, dentro de la máxima eficiencia, incrementar las medidas de impulso a la electrificación del consumo final, en especial en aquellos usos con mayor peso de los hidrocarburos como pueden ser el transporte y la movilidad, usos térmicos en edificios y en ciertos procesos industriales
BALANCE ENERGÉTICO 2023
1. LAS ENERGIAS RENOVABLES HAN BATIDO TODOS LOS RÉCORDS EN GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD.
En 2023 hemos avanzado hacia un mix energetico más renovable y diversificado. Se han implementado medidas de apoyo para fomentar la inversión en proyectos renovables. Según informe de la AIE, en 2023, España fue el país del mundo que más energía renovable utilizó para abastecer el suministro eléctrico.
Si comparamos algunos datos de hace unos años con los actuales. En 2023 hay 3.000 veces más energía solar fotovoltaica que hace 25 años y la eólica se ha multiplicado por 30, batiéndose en el año todos los récords en renovables tanto en generación con 135.000 GWh como en participación del 50,4 % de un mix liderado por la eólica por tercer año consecutivo, con un 24%,5 % de la generación total, seguido por la nuclear con el 21,5% según datos de REE. Por otro lado, el precio de la electricidad en el mercado mayorista español (POOL) según datos del Grupo ASE ha sido el más bajo entre los principales países de la UE con un precio medio de 87,43 € / MWh, casi un 60% más bajo que en 2022 frente a precios de Alemania y Francia cuyos promedios se sitúan en 101,82 €/MWh. En cuanto al autoconsumo solar fotovoltaico, actividad que está en el foco de atención de la mayoría de agentes del sector.
2023 representa el primer año en el que se produce una contracción de la potencia anual instalada, más relacionada con el crecimiento desmesurado que se experimentó en 2022 que con un cambio de tendencia. A pesar de esta contracción, el autoconsumo se consolida en nuestro país con cerca de 2. GW nuevos, alcanzando y rozando la barrera 7 GW instalados acumulados, cubriendo actualmente el 3% de la demanda eléctrica de España. Más allá de los datos de generación y potencia instalada, el autoconsumo es una actividad en pleno desarrollo que está cobrando una importancia creciente en el sector que a la vez actúa de palanca en la penetración del vehículo eléctrico, bombas de calor, baterías y otros usos electricos, además de ser el primer paso hacia la generación distribuida con la implantación de comunidades energéticas.
2. GRAN DESAJUSTE ENTRE EL RITMO DE ELECTRIFICACIÓN DE LA DEMANDA CON EL DE GENERACIÓN RENOVABLE.
Mientras que en el marco energético nacional en 2023 se vislumbra una transición rápida hacia las energías renovables, en respuesta a los desafíos del cambio climático, en contraposición el ritmo de electrificación del consumo final se aleja de los objetivos y puede provocar un desequilibrio entre la creciente oferta renovable y la demanda eléctrica en todo 2023 siendo la menor registrada de los últimos 25 años con 244.686 GWh, un 1,9% menos que en 2022 según datos de REE. La electrificación de la demanda, especialmente en aquellos casos en los que se pueda realizar una sustitución directa de consumos fósiles, es necesaria para lograr los objetivos de descarbonización. La electrificación tiene un peso del 24,5 % sobre el consumo final con un objetivo a 2030 de alcanzar el 34%.
En 2023 España se ha situado como líder en la UE en PPA, solares, pero si la demanda continua en descenso al tiempo que se dispara la generación renovable, y en especial la fotovoltaica, provoca un canibalismo de precios y por consiguiente una negociación a la baja de los PPA solares que genera incertidumbre ante futuras inversiones o que estas se desvíen hacia la eólica. Un escenario que pone en riesgo la rentabilidad de los activos renovables solares.
Para ganar equilibrio y estabilidad el sector debe anticiparse a no pocos desafíos a los que se enfrenta el pretendido nuevo sistema eléctrico. Es crucial que las energías renovables adquieran una participación significativa en el transporte y ganen mayor relevancia en los usos térmicos en edificios a la vez que debemos electrificar determinados sectores industriales y atraer hacia España sectores electro intensivos.
3. ALTA DEPENDENCIA ENERGÉTICA DEL EXTERIOR.
Según los últimos datos proporcionados por el INE, la dependencia energética de nuestro país del exterior se sitúa en aproximadamente un 74%. En consecuencia, cubrimos con fuentes propias menos de un tercio de la energía que consumimos, lo que supone un coste energético muy elevado para el país con el agravante del riesgo de suministro que comporta la dependencia exterior, que sitúan a España como uno de los países de la UE con una dependencia
energética más alta, ya que la media se sitúa en un 53%. Derivado de nuestra alta dependencia de los combustibles fósiles, mantenemos unas emisiones anuales de 305 MtCO2 que tenemos que reducir a 195 MtCO2 en 2030.
4. A PESAR DE LAS MEJORAS EN EFICIENCIA ENERGÉTICA, TODAVÍA QUEDA MUCHO POR HACER.
La mejora de la eficiencia energética es una prioridad estratégica y de competitividad que aumenta su valor año tras año en el camino hacia la descarbonización de la economía. Con datos de 2022 del OTEA, el consumo final total fue de 115.330 ktep que en relación con el escenario base 2007 supone un 28,6% sobre la energía primaria a medio camino sobre el último objetivo revisado del PNIEC del 44% correspondiente a 102.000 ktep. Los próximos PERTES a la descarbonización industrial y los CAE,s (certificados de ahorro energético) se prevén como medidas que nos pueden acercar al objetivo del PNIEC a 2030.
5. RETOS A CORTO PLAZO
El gobierno de España tendrá por delante no pocos retos en materia energética, por lo que deberá activar una amplia agenda de reformas durante 2024 para lograr el ritmo de transición de cada uno de los objetivos marcados en el último PNIEC presentado a Bruselas en junio de 2023. Veamos a continuación un decálogo de medidas a destacar:
- Aplicar nuevas medidas regulatorias que eviten distorsiones en los mercados y ofrezcan atractivo de inversión en renovables, almacenamiento, hidrogeno verde y economía circular.
- Agilizar el acceso a los Fondos Next Generation UE para canalizar la iniciativa del sector privado en actividades estratégicas.
- Revisar la planificación estratégica en la mejora de las infraestructuras con una perspectiva holística.
- Agilizar la tramitación de permisos de acceso y conexión a la red eléctrica.
- Revisión del funcionamiento y condiciones del mercado eléctrico, en especial en el diseño de mecanismos de capacidad y flexibilidad.
- Vincular el desarrollo de la política energética al desarrollo industrial. Aprovechando nuestro potencial renovable para atraer inversiones industriales.
- Acelerar el desarrollo de la red de recarga del vehículo eléctrico, multiplicando por 5 el ritmo actual de implantación.
- Aumentar el incentivo de compra de vehículos eléctricos a empresas y particulares aplicando medidas que funcionan en países como Francia y Portugal con unas tasas de matriculaciones muy superiores a la nuestra.
- Aumentar las medidas de impulso a la rehabilitación energética de edificios para multiplicar por 10 el ritmo actual.
- Adaptar la reforma de la FP para facilitar la incorporación de nuevos técnicos y especialistas al sector energético y aumentar la inversión en recursos formativos en las materias clave.
PERSPECTIVAS Y TENDENCIAS 2024
- La fotovoltaica seguirá siendo un mercado en alza al menos hasta el año 2030. Es la energía más barata en casi todos los países el mundo y el objetivo del PNIEC para 2030 es de 76 GW lo que implica conectar 7.4 GW/año que representan un 60% anual sobre lo conectado en 2023.
- Turbulencias en la energía eólica, el objetivo a 2030 es de 62.GW lo que implica que a partir de 2024 deberíamos conectar 4.5 GW/año, cifras todavía muy lejos de los niveles alcanzados hasta hoy.
- Asignación de “Zonas de aceleración renovable”. Se activan nuevas medidas impulsoras como simplificación administrativa, ampliación a 12 meses el plazo de la autorización de proyectos en aquellas ubicaciones en tierra, mar o aguas interiores designadas como especialmente adecuadas para la instalación de plantas de energía renovable.
- Más Inversiones en la ampliación y actualización de las redes eléctricas. Nuevas inversiones de 7.285 millones de euros. Destinados a descarbonización industrial, producción de H2 y principalmente integración de renovables, entre otros.
- Reforma del mercado eléctrico europeo. Contratos PPA y CfD. Busca estabilizar los mercados de la electricidad con contratos de compra-venta a largo plazo “PPA”. Los estados miembros tendrán que fomentar este tipo de contratos con garantías de respaldo, contratos por diferencia de precios “CfD”.
- Todo el sector reclama medidas para impulsar la electrificación de la demanda. Un factor fundamental para lograr los objetivos de descarbonización e integración renovable en sectores como el transporte o los usos térmicos. Sin duda un reto prioritario para alcanzar mayor soberanía energética aprovechando nuestro potencial renovable.
- 2024 se prevé como el año del despegue del almacenamiento eléctrico. La electricidad no desplazará a los combustibles fósiles hasta que no alcance los niveles de flexibilidad y gestión de éstos. El almacenamiento será clave tanto en aplicaciones industriales como domésticas.
- La mejora de la eficiencia energética una prioridad estratégica. Hay que dotar a nuestra industria de mayor competitividad. Empezamos 2024 con una primera convocatoria del PERTE de Descarbonización Industrial.
- Los Certificados de Ahorro Energético. “CAEs” . Una nueva palanca que acredita la eficiencia energética. A modo de bono. Estos certificados son intercambiables en el mercado cediendo el ahorro energético generado por una entidad una vez cotizado, a otra obligada por la normativa de eficiencia energética a cambio de una compensación económica. Regulados desde enero de 2023 de momento se tipifican 52 actuaciones.
- Creciente inquietud en las empresas por reducir sus emisiones de CO2 equivalentes. Además de la reducción de los costes energéticos, las empresas de forma obligada o voluntaria por razones estratégicas y de responsabilidad social realizan cada vez más inversiones en la reducción de emisiones.
- Mayor prescripción de nuevos materiales más sostenibles en los proyectos. Materiales, más respetuosos con el medio ambiente, eficientes, y económicamente más viables, que se incluirán progresivamente en los proyectos hacia una edificación o procesos industriales con menos emisiones de CO2 o equivalentes.
- Aumenta el dinamismo en la comercialización de energía con soluciones de VA. Las comercializadoras toman posiciones ante los cambios regulatorios y técnicos. Para su desarrollo de mercado necesitarán mayor intervención de ingenierías y empresas instaladoras con capacidades digitales para ofrecer servicios top.
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